Seguimos utilizando el excedente de sirope de lavanda para crear nuevas recetas. No sabéis la de cosas que podemos hacer con la lavanda seca!
Hoy os dejamos unos bollos dulces con aroma de lavanda. Deliciosos para acompañar un té a la hora de la merienda. Si lo rellenamos de chocolate o mermelada nos quedarán riquísimos!
Os dejo unas pequeñas fotos donde podréis ver como quedan los bollos antes y después del horneado. Nosotros los hacemos individuales, poniéndo uno en el centro y los demás alrededor para optimizar la bandeja del horno!
¿Véis qué preciosa flor de pan aromático nos queda?
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| Antes del horneado |
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| Ahora sólo falta separarlos |
1 vaso de leche templada (o un poco más, según nos pida la harina)
3 cucharadas soperas de sirope de lavanda (si lo queréis muy intenso añadid más sirope).
2 1/2 tazas ( alrededor de 250 g) de harina
9 g de levadura fresca o en polvo de panadero (un sobrecito)
1 cucharadita de sal
1 cucharada de azúcar
60 g de mantequilla derretida
Leche para pintar los bollos (muy poca).
En un bol añadiremos la leche con la mantequilla ya líquida, el sirope, la levadura, el azúcar, la sal e incorporaremos poco a poco la harina. Amasamos con cuidado hasta obtener una masa elástica.
Una vez hecha la masa, la dejamos levar 1 hora en el horno tapada con un paño. Pasado este tiempo, hacemos los bollitos y los dejamos levar unos 10-20 minutos más en el recipiente para hornear o sobre un papel sulfurizado. Los pintamos con un poco de leche y les espolvoreamos un poco de azúcar y unas flores de lavanda.
Precalentamos el horno a 180º y los horneamos durante unos 20 minutos. Una vez doraditos, los dejamos enfriar (recordad que dependerá de la potencia de vuestro horno. Si es muy fuerte bajad la temperatura y controlad el grill de arriba, no se os vayan a quemar!).
¡A merendar!
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