Esta semana os traemos una salsa de tomate muy versátil. La podréis utilizar en cualquier plato de pasta, arroz, con huevo, acompañando un buen pan o como relleno. Es ideal tenerla preparada de antemano, pues se conserva muy bien durante uno o dos días en la nevera (más no lo hemos comprobado).
Es una salsa que probamos en un restaurante italiano de origen Napolitano. La suelen servir con pasta cocida (tipo penne) y mozzarella de búfala; mezclándolo todo muy bien y dorándolo en el horno durante unos minutos. Te la sirven calentita y con el queso fundido.
Nosotros os dejamos nuestra versión más personal, está igual de deliciosa y la podéis acompañar con lo que más os guste.
En próximos posts o dejaremos alguna otra idea de cómo utilizarla.
En próximos posts o dejaremos alguna otra idea de cómo utilizarla.
¿Os va un poco de salsa? ❤
INGREDIENTES (PARA UN BOTE DE MÁS O MENOS 1 L.):1 berenjena grande
1 cebolla grande cortada a trocitos pequeños
1 kilo de tomates troceados o 750 gr de tomate en conserva troceado
2 ajos
1 pizca de sal
1 pizca de pimienta negra
1 cucharadita de cúrcuma
2 cucharadas de albahaca seca o un manojo de albahaca fresca (al gusto)
1 chorrito de aceite de oliva virgen extra
Partimos en dos la berenjena, hacemos unas incisiones con el cuchillo (tres en vertical y tres en horizontal. Debe quedar como una especie de tablero), las colocamos en el horno con un poco de aceite durante 30-40 minutos a 170°.
Mientras se hacen las berenjenas, en una sarté sofreimos la cebolla con los ajos hasta que se ablanden un poquito; incorporamos el tomate, el basílico o albahaca, la sal, la pimienta negra y la cúrcuma; cocemos a fuego bajo durante 20 minutos y reservamos.
Una vez listas las dos partes de berenjena, se cortan en trozos pequeños y se mezclan con la salsa de tomate; cocemos unos minutos y listo!
Venga, a poner un poco de salsa a la vida!
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