¿Os apetece un vasito?
La mayoría de refrescos que encontramos en los supermercados aportan mucho azúcar y calorias vacías, es decir, sin nutrientes que favorezcan al organismo. Por eso, os propongo la vuelta a los refrescos naturales (algo que siempre reivindico), donde las proporciones y los ingredientes los controlamos nosotros.
Una recomendación, ahora que vienen las vacaciones, elaborad las bebidas caseras con los más pequeños.
¡¡Seguro que a ellos les encantará participar en el proceso!!
Si os interesa el tema del azúcar, cómo afecta a nuestro organismo su consumo excesivo o las empresas que se lucran con este ingrediente presente en muchos platos, no dejéis de ver este interesante documental. Haced un click aquí
3 vasos de agua
El zumo de dos pomelos
Unas 3-4 ramas de hojas de menta fresca
1 cucharada grande de miel o una cucharadita de stevia
1 trocito como una uña de jengibre fresco (optativo)
1/4 de un limón
Poner en un cazo el agua con la menta fresca, la miel, el limón, el jengibre y que hierva unos 5 minutos. Dejad enfriar y agregar el zumo de pomelo natural. Introducirlo todo en una jarra o botella de cristal en el frigorífico para que se enfríe.
Servir bien fresquito en vasos y adornar con una hoja de menta.
¡Un brindis por el verano!
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