lunes, 8 de abril de 2013

Pan de leche o pan de hamburguesa sin huevo.

En la cocina, siempre que tengamos tiempo y dejemos el reloj a un lado, podemos encontrar ese momento de relax y de contacto con la materia. En nuestro caso, parece un ritual diario de apreciación y concienciación de lo que nos llevamos a la boca. Los colores, las diferentes texturas o el contacto con el agua hacen que seamos más conscientes de lo costoso y generoso que es preparar un buen plato de comida.

Hoy os dejamos unos bollitos de leche que hicimos aprovechando un excedente que rondaba por el frigorífico...Mmmm... ¡Buenísimos!

Recordad lo importante que es no desperdiciar los producto que tengamos en nuestra despensa o frigorífico porque, con ellos, se pierde todo el esfuerzo realizado por la tierra, el productor, el transporte utilizado - aún si es mínimo- y, sobre todo, por la necesidad de aprovechar todos nuestros alimentos en esta época de crisis económica en la que vivimos. Os dejo un link interesante sobre este tipo de movimiento que lucha en contra del despilfarro de alimentos (haz un clic aquí).

* Os aconsejo adaptar el menú semanal utilizando antes los productos más perecederos y sacando, en algunos casos, la creatividad!

     ¡Estos panes de leche estarán buenísimos con cualquier relleno, ya sea dulce o salado!


 INGREDIENTES (PARA UNOS 8 BOLLOS):
1 vaso de leche templada
2 1/2 tazas ( alrededor de 250 g) de harina
9 g de levadura fresca o en polvo de panadero (un sobrecito)
1 cucharadita de sal
1 cucharada de azúcar
60 g de aceite de oliva virgen o mantequilla
 Leche para pintar los bollos.

En un bol añadiremos la leche con el aceite de oliva o mantequilla, la levadura, el azúcar, la sal e incorporaremos poco a poco la harina. Amasamos con cuidado hasta obtener una masa elástica. Si tenéis una máquina con barillas podéis utilizarla hasta que veáis que la masa se va endureciendo.

Una vez hecha la masa, la dejamos levar 1 hora en el horno tapada con un paño. Pasado este tiempo, hacemos los bollitos y los dejamos levar unos 10-20 minutos más en el recipiente para hornear. Los pintamos con un poco de leche y les espolvoreamos un poco de azúcar si los queremos dulces.

Precalentamos el horno a 180º y los horneamos durante unos 20 minutos. Una vez doraditos, los dejamos enfriar.
                                             
                                             ¿Os apetecen unos bollos recien hechos?

El tamaño de los bollos dependerá de vuestra elección, si los haceis pequeños podréis utilizarlos para preparar unos mini-aperitivos rellenos.


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